Veo en Torres al jugador de hoy y de mañana, porque posee técnica, velocidad y eficacia. No me disgustó en absoluto lo de Marsella –donde Torres fue uno de los artífices de la clasificación del Liverpool para la siguiente fase de la Copa de Europa y la eliminación del Olympique de Marsella- pero sobre esa idea debe girar el fútbol, un fútbol más atractivo y más ofensivo y a la vez mezclado con un poco de riesgo.